En esta ocasión os mostramos una acción de mantenimiento correctivo para un KUKA KR600. En concreto el problema se presentaba en la reductora del eje 2 del robot.
Situación inicial del Kuka KR600.
Cuando la reductora llega a nuestras instalaciones el problema que nos indica el cliente es de elevados ruidos en el brazo.
Para poder realizar la diagnosis adecuada de causas ha sido necesario desmontar la reductora completamente. Una vez realizado el desmontaje nos encontramos con el problema. Los dientes de los engranajes de la reductora estaban totalmente destruidos en un porcentaje elevado de la pieza. Las imágenes anteriores nos muestran el evidente estado de deterioro de estos engranajes. A continuación podéis ver el desmontaje de la reductora con todos sus elementos separados.
El material destruido de los engranajes estaba mezclado con el aceite y grasa de lubricación. La consecuencia es evidente, al estar este material entre el aceite de lubricación había alcanzado a otras partes del dispositivo como son los rodamientos y las juntas y retenes. Por lo que se estaba produciendo la degradación de estos elementos.
La causa del problema.
La reductora de planetarios del robot Kuka KR600 utiliza unos pasadores de guía. Al abrir la reductora nos encontramos con que estos pasadores se habían salido de su posición. Al quedar libres dentro de la maquinaria comenzaron a chocar con los dientes de los engranajes, y produjeron el destrozo.
El material resultante de la degradación de los dientes quedó mezclado con el aceite que lubrica a la reductora por lo que, como ya hemos indicado anteriormente, es muy posible que dañase otros elementos de esta.
La solución.
Una vez desmontado el equipo y localizado el problema se han fabricado engranajes nuevos para sustituir todos los que se habían destruido. Además hemos tenido que fabricar pasadores nuevos calibrándolos de forma adecuada para que no se volviese a producir la salida de estos elementos de su ubicación en la reductora. Una vez asentados estos pasadores en sus ubicaciones y después de garantizar su fijación, podremos asegurar que esta avería no se repetirá. Aunque no debemos olvidar, siempre insistimos en este punto, que es necesario mantener nuestros equipos bajo un correcto plan de mantenimiento preventivo. No debemos esperar a que la avería nos genere males mayores.
En la imagen podéis ver la diferencia entre el engranaje nuevo y el sustituido.
Como labor de mantenimiento preventivo, dada la alta posibilidad de que otros elementos estuviesen dañados, se han cambiado juntas, retenes y rodamientos. De esta forma garantizamos la reparación y que los efectos de la avería actual no generen nuevos problemas en un futuro próximo.
Una vez sustituidos los retenes y habiendo cambiado los rodamientos, se puede adquirir un nivel óptimo de garantía sobre la reparación realizada.
El espacio de lubricación queda sellado y todos los elementos interiores en perfecto estado.
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